martes, 7 de noviembre de 2017

Pobreza en Canarias (I)

 Una vez más Canarias aparece como una de las regiones más pobres de España. Concretamente Canarias es la Comunidad Autónoma con mayor riesgo de pobreza y exclusión social con una tasa del 44,6% de la población, según el VII informe 'El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2016' de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), NOTICIA 
  Y una vez más se ha disparado la discusión sobre qué parámetros se utilizan para determinar tal nivel. Resulta paradójico a ojos de mucha gente que los niveles de pobreza sean tan altos, resulta incomprensible. Es obvio que el concepto de pobreza, en cierta manera, es subjetivo. Más allá de la objetividad material se encuentra la propia percepción que uno tenga sobre su nivel económico. A eso se suma la estimación que se pueda tener con respecto al lugar donde se resida. Pero no cabe ninguna duda que señalar que en Canarias el 45 por ciento de la población se encuentra dentro de esos márgenes nos debe llevar a una reflexión urgente sobre las causas y motivos de ello, máxime cuando resulta difícil de entender para el común que estemos en una situación extrema, y no se tenga esa percepción en la ciudadanía. Mucho se ha hablado sobre este último aspecto, unas importantes transferencias sociales, la solidaridad familiar, un alto consumo, son indicadores que ayudan a comprender esta disonancia entre la realidad estadística y la percepción social al respecto.
Es necesario conocer de qué modo se establecen esos parámetros.

El concepto de riesgo de pobreza y/o exclusión social se ha ampliado para considerar no solo los términos monetarios (nivel de renta), sino utilizando un concepto multidimensional para definir la pobreza y/o exclusión social, incorporando los tres subindicadores siguientes:
- tasa de riesgo de pobreza después de transferencias sociales
- carencia material severa de bienes
- hogares que presentan muy baja intensidad laboral.
Las personas se cuentan solo una vez en el caso de estar incluidas en más de un indicador de riesgo de pobreza y/o exclusión social de los mencionados anteriormente. Este indicador no se aplica a las personas de 60 y más años y se incluye información del porcentaje de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social según la Estrategia Europa 2020 por grupos de edad, por tipo de hogar, por quintil de renta y tipo de hogar, según situación laboral, según nivel de educación, según país de nacimiento.
Al grupo de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social según la Estrategia Europa 2020 se les denomina ERPE (personas En Riesgo de Pobreza y/o Exclusión) o las siglas en inglés AROPE (At Risk of Poverty and/or Exclusión).
 Por tanto, según la Estrategia Europa 2020 se consideran personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social a la población que se encuentra en alguna de las tres situaciones que se definen a continuación: - Personas que viven con bajos ingresos (60% de la mediana del ingreso equivalente o por unidad de consumo), y/o - personas que sufren privación material severa (4 de los 9 items definidos) y/o - personas que viven en hogares con una intensidad de empleo muy baja (por debajo del 20% del total de su potencial de trabajo en el año anterior a la entrevista). En caso de estar incluidas en dos o tres condiciones, las personas se  contabilizan solo una vez. Veámoslo con un poco más de detalle.

 a) Personas en riesgo de pobreza después de transferencias sociales
Personas cuyos ingresos por unidad de consumo son inferiores al 60% de la renta mediana disponible equivalente (después de transferencias sociales). Los ingresos corresponden al año anterior al de la encuesta.

 b) Carencia material severa
La carencia material severa es la proporción de la población que vive en hogares que carecen al menos de cuatro conceptos de los nueve siguientes:
1) No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
2) No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
3) No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
4) No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
5) Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
6) No puede permitirse disponer de un automóvil.
7) No puede permitirse disponer de teléfono.
8) No puede permitirse disponer de un televisor.
9) No puede permitirse disponer de una lavadora.

 c) Personas que viven en hogares con muy baja intensidad de trabajo
Personas de 0 a 59 años que viven en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% de su potencial total de trabajo en el año anterior al de la entrevista (periodo de referencia de los ingresos). Se calcula el número de meses en los que los miembros del hogar han estado trabajando durante el año de referencia, y por otra parte el total de meses en los que teóricamente esos mismos miembros podrían haber trabajado. Se calcula el ratio y se determina si es inferior al 20%.

A modo de ejemplo de este indicador, en un hogar con dos adultos en el que solo trabaja un adulto a jornada completa, la intensidad de trabajo sería del 50%; si trabajan los dos a jornada completa la intensidad sería del 100%; si uno de los adultos trabaja a media jornada y el otro a jornada completa, la intensidad de trabajo sería del 75%.